addanomadd

a d d a n o m a d d

      Traducción al español abajo


                                           

Dog Days Again

 

I

 

Here I stand, digging a hole in the yard. May something beautiful grow here. Maybe marigolds for R. Petals like writhing tongues for me. Anything to weather a season like this. When the dogs return to stalk the grounds and howl, I pretend the sound doesn’t bleed from my own mouth. Tongue laps at teeth of small pearls. I do not know if I nurse this hunger or if it nurses me, but I close my mouth and try to sound pretty. Listen: the clattering sound of someone coming home, children shrieking in the yard, a good morning, the goodnight.

 

Watch me hold these bones in my mouth. I am careful, I prowl, I will wait, I promise to be softer-mouthed this time. Would you help me put them in the shape of something human again?

 

II

 

A long winter where the sky turns white, an eggshell I taunt and threaten to crack but when anyone asks me for my hands, I hide them. I keep shattering clocks and begging for new ones. More time. Where something is different. Where I remember and am not afraid to tell them goodnight. No ghosts. Where laughter through the walls does not render me a ghost. A Vietnamese superstition: do not say your name at night lest a ghost steal it. All night, only gestures, but everything sounds like a name in the dark. Everything is worth devouring in my hunger. These days, I respond to any sound like a ghost waiting its turn for a body.

 

I am haunting the halls, waiting for someone to graze me, name me: where I become again. The first thing out of my mouth, an apology– but how sorry can we be for the things we mean to do? You don’t answer. Your hands are red. I hide mine again.

 

III

 

I ask spring for some newness and get a storm instead. I need to learn to stop asking for things in a world with no god, but desperate animals do not know shame.



~Adalyn Tâm An Ngô





De nuevo la canícula

 

I

 

Aquí estoy, cavando un hoyo en el jardín. Ojalá algo bello florezca aquí. Quizá cempazuchitl para R. Pétalos como lenguas retorcidas para mí. Lo que sea para aguantar una estación como esta. Cuando los perros regresan para fisgonear los campos y aullan, finjo que el sonido no sangra de mi propia boca. La lengua lame dientes de perlas pequeñas. No sé si doy sustento a esta hambre o si ella me sustenta a mí, luego cierro la boca y trato de sonar linda. Escucha: el alboroto de alguien que viene a casa, los niños chillando en el patio, un buenos días, el buenas noches.


Mírame sujetar estos huesos en la boca. Soy cuidadosa, merodeo, voy a esperar, prometo esta vez que mi boca será dócil. ¿Me ayudas a que recuperen otra vez la forma de algo humano?

 

II

 

Un largo invierno en el que el cielo se torna blanco, disimulo y amenazo con romper un cascarón pero cuando alguien me pide las manos, las escondo. Sigo destrozando relojes y rogando por nuevos. Más tiempo. Donde algo sea distinto. Donde recuerde y no tenga miedo de decirles buenas noches. Sin fantasmas. Donde la risa a través de las paredes no suscite un espectro. Una  superstición vietnamita: no digas tu nombre por la noche para que no se lo robe un fantasma. Toda la noche, solamente gestos, pero todo suena como un nombre en la oscuridad. Todo merece ser devorado por mi hambre. En días como estos, reacciono a cualquier sonido cual fantasma esperando su turno para un cuerpo. 


Me aparezco en los pasillos, deseando que alguien me roce, me nombre: para volver a ser. Lo primero que sale de mi boca, una disculpa– pero, ¿qué tanta pena podemos sentir por las cosas que hacemos a propósito?  No respondes. Tus manos están rojas. Escondo las mías otra vez.  


III

 

Le pido a la primavera algo novedoso y a cambio cae una tormenta. Necesito aprender a dejar de pedir cosas en un mundo sin dios, pero los animales desesperados ignoran lo que es la vergüenza. 


       

~Adalyn Tâm An Ngô

Traducido por Almendra Staffa