addanomadd

a d d a n o m a d d

 

Versión original en español hasta abajo

 

Showcases

 

 

A cardboard box is a shelter, an oven, a television, a dollhouse, a race car, a cradle, a castle, Santa’s sleigh. Clay and water are chocolate cakes, cow poop, the doctor’s poultices, imaginary dolls. Sticks and leaves tied together make little farm animals, candy on the table set up to play house, little boats going down the street after a rain shower.

To open the closet where mom’s dresses, skirts and blouses hang, peek into the future, to imagine yourself as an adult, even if the high heels are twice as big as your feet, the necklaces hang down to your knees, and the perfume makes you dizzy.  To enter the office & open the desk drawers, using the fountain pen to scribble, the stapler to fill a whole sheet of staples so that later you can use the staple remover (and secretly throw everything away…).

Each shelf of the bookcase is the floor of a building.  The first floor is the garage where race cars, spaceships, airplanes, and motorcycles are parked every afternoon. In one corner, several superheroes watch that no one steals them. On the first floor, elegant, long-legged, hard-chested blonde girls and staring babies live with colorful bears. The second floor is a library whose books on weekends are transformed into the walls of a mansion. On the third and last floor is on display a city built with plastic building blocks and inhabited by little yellow creatures.

         Hidden in a drawer is a vibrator, bought online. Its owner suffers when she imagines how she dies of a heart attack and her relatives find her secret toy. What will they think of her? The next-door neighbor, however, lives alone. It hasn’t even occurred to him that he might die suddenly and that whoever finds him – dead on the floor of his room – will also find his deflated inflatable doll next to him.

         The cat’s catnip ball and the latex chicken that squawks hysterically every time the dog bites it are lying on the kitchen floor.  The two of them watch the robot vacuum cleaner moving methodically, as robots always do, from one side to the other, without any grace. In the cage, the guinea pig is running around on its wheel. 

Show me your toys, and I’ll tell you who you are.

 

—Josephine Puebla Smith

 

Translated by the author

Escaparates

 

Una caja de cartón es un refugio, un horno, una televisión, una casita de muñecas, un coche de carreras, una cuna, un castillo, el trineo de Santa. Arcilla y agua son pasteles de chocolate, caca de vaca, las cataplasmas del doctor, los muñecos imaginados. Palos y hojas atados hacen de animalitos de la granja, de dulces sobre la mesa puesta para jugar a las comiditas, de barquitos que descienden por la calle después del chubasco.

         Abrir el armario donde cuelgan vestidos, faldas y blusas de mamá, asomarse al futuro, imaginarse adulta, aunque los zapatos de tacones sean el doble de grande que los pies, los collares cuelguen hasta las rodillas, y el perfume cause mareos.  Entrar al despacho, abrir los cajones del escritorio, usar la pluma fuente para garabatear, la grapadora para llenar toda una hoja de grapas para después poder usar el quitagrapas (y tirar todo a escondidas…).

Cada balda de la estantería es la planta de un edificio.  La planta baja es el garaje donde cada tarde se estacionan coches de carrera, naves espaciales, aviones y motocicletas. En una esquina, varios superhéroes vigilan que nadie se los robe. En la planta uno, viven elegantes muchachas rubias de piernas largas y pechos duros y bebés de mirada fija que conviven con osos de colores. La segunda planta es una biblioteca cuyos libros los fines de semana se transforman en las paredes de una mansión. En la tercera y última planta está en exposición una ciudad construida con bloques de construcción de plástico y habitada por pequeños seres amarillos.

         Escondido en un cajón hay un vibrador, comprado por internet.  Su dueña sufre cuando se imagina que muere de un infarto y sus familiares encuentran su juguete secreto.  ¿Qué van a pensar de ella? El vecino de al lado, sin embargo, vive solo. A él ni siquiera se le ha ocurrido que puede morir súbitamente y que quién lo encuentre a él -muerto en el suelo de su habitación- también encontrará su muñeca inflable desinflada al lado suyo.

         La pelota con nébeda del gato y la gallina de látex que grazna histéricamente cada vez que el perro la muerde están tiradas en el suelo de la cocina.  Los dos observan con atención el robot aspirador desplazándose metódicamente, como hacen siempre los robots, de un lado al otro, sin gracia alguna. En la jaula, el conejillo de indias corre sin parar en su rueda. 

         Enséñame tus juguetes, y te diré quién eres.

 

—Josephine Puebla Smith